Cuando se unen la naturaleza y la creatividad surgen iniciativas tan interesantes como la que llevan a cabo Juan Carlos e Itzíar en Caldas de Reis, una prestigiosa villa termal de Pontevedra. Un proyecto que, como él mismo define requiere de esfuerzo, preparación tiempo, buena ejecución y siempre ilusión.
A través de su empresa Ibérica de esponjas vegetales, nos ofrecen productos totalmente artesanales a partir del cultivo y tratamiento de la LUFFA, (luffa cilíndrica, de la familia Cucurbitaceae), una especie de calabaza muy usada en Hispanoamérica (Esponja vegetal, pepinillo o Estropajo de esponja (Colombia), Paste ( Costa Rica), Buchados Paulistas (Brasil) .
El hecho de que sus productos sean de alta calidad no es casual, sino gracias a la selección e investigación genética, así como al tratamiento de los frutos desde su cultivo y recolección en el campo hasta el acabado final de las esponjas.
Los valores del emprendimiento rural son obvios, ayudan a fijar población, crean riqueza en el medio natural y, además en este caso, Juan Carlos e Itzíar lo hacen con el máximo respeto a la naturaleza a lo que unen el aprovechamiento de su entorno, ya que incorporan en el proceso la bondad de las aguas termales a 43º que manan en Caldas de Reis, lo que las convierte en únicas para la exfoliación dermatológica.
Consecuencia natural de todo ello es que logran productos que dan la mejor respuesta a situaciones cotidianas de higiene personal y doméstica, de cosmética, que van desde el cuidado de la delicada piel de un bebé o de las pieles atópicas, a la ineludible esponja para la limpieza de la vajilla.
Por los beneficios que presentan en sí mismas como la estimulación de la circulación sanguínea, la prevención de la celulitis o el enquistado capilar, su carácter 100% natural y biodegradables, su ya aludida producción artesanal y su máximo respeto al medio ambiente, suponen una clara alternativa a las esponjas sintéticas.
Su utilización, en detrimento de estas últimas, contribuye a minorar los perjuicios de la fabricación de esponjas industriales obtenidas a partir de celulosa, así como de la explotación de las esponjas de mar. En el primer caso porque requiere el consumo de gran cantidad de energía y utilización de productos químicos para la descomposición de la madera y extracción de la celulosa; en el segundo porque el proceso es muy costoso y claramente dañino para los mares, en concreto para los arrecifes donde se crían y que pueden verse afectados.
La esponja de LUFFA no se fabrica, se cultiva en la tierra de forma natural y llega a nuestras manos gracias a los cuidados de Juan Carlos e Itzíar.
En La Marihuela podrás encontrar los productos de Iberluffa en nuestra sección de accesorios, tanto para el cuidado personal como para la limpieza del hogar.