"Único": Sérum bifásico de aplicación nocturna con ingredientes 100% naturales

Ingredientes estrella:

• Vitamina C. La vitamina C ayuda a retrasar el proceso de envejecimiento de la piel gracias a su capacidad para favorecer la síntesis de colágeno y ceramidas que se producen de forma natural en nuestra dermis. Junto con la vitamina E de este suero, ayuda a reducir la pigmentación y las manchas de la edad. Nuestro cuerpo no tiene la capacidad de generar esta molécula y, por tanto, nuestra piel depende completamente de su aporte externo.
• Coenzima Q10 . Este compuesto activa el metabolismo celular y protege la piel contra los radicales libres. Fortalece el sistema inmunológico y previene el envejecimiento prematuro de la piel inducido por la luz. También ayuda a prevenir la aparición de arrugas. La coenzima Q10 es un compuesto que el cuerpo genera de forma natural, sin embargo, comienza a disminuir a partir de los 35 años.
• Extracto de caléndula. Es uno de los principios activos botánicos más importantes en cosmética. Tiene propiedades cicatrizantes, antiinflamatorias, mejora la circulación cutánea y está indicado para pieles secas, agrietadas, con imperfecciones, pieles sensibles, irritadas, piel de bebé y productos de protección solar. Tiene un gran poder curativo y regenerador. Además, favorece la producción de colágeno y es un buen aliado en el tratamiento del acné.
• Extracto de Jambú , conocido en cosmética como “botox biológico”. Este ingrediente proporciona un efecto microrelajante e inhibidor de las tensiones que se producen cuando los músculos se contraen. Ayuda a estimular, reorganizar y reforzar la red de colágeno.
• Extracto de astrágalo . Este extracto tiene una alta concentración de saponinas, que ayudan a alargar el ciclo de vida de las células de la dermis, favorecen la creación de fibroblastos y ayudan a prevenir la degradación del colágeno.
• Aceite de sacha inchi . Es un aceite no graso muy valorado en cosmética por su riqueza en ácidos grasos insaturados, especialmente Omega 3, 6 y 9, ácido alfa linolénico, ácido linoleico y ácido oleico. Además, tiene un alto porcentaje de tocoferoles, vitamina E y vitamina A. Es un gran aliado contra el envejecimiento cutáneo, pieles secas, pieles con imperfecciones y es compatible con pieles sensibles con tendencia a irritaciones o inflamaciones.
• Aceite de semilla de tuna, con alta concentración de tocoferoles naturales, ácido linoleico, ácido oleico y fitoesteroles. Esto la convierte en un gran aliado contra las pieles secas, maduras o descamadas. Tiene propiedades reestructurantes e hidratantes y ayuda a reducir las arrugas y las ojeras.
• El aceite de espino amarillo regenera, fortalece y calma la piel. Tiene un alto contenido en vitamina E y A. Protege la piel de los radicales libres y refuerza su barrera protectora natural. Es adecuado para pieles secas, agrietadas y pieles maduras.
• Aceite de cártamo. Este aceite tiene un alto contenido en ácido linoleico y omega 6. Ayuda a mantener la piel sana y combate los signos del envejecimiento prematuro.
• Aceite de germen de trigo. El contenido de vitamina E en forma de alfa-tocoferol en el aceite de germen de trigo es uno de los más altos entre los aceites vegetales. Esta circunstancia le confiere un gran poder antioxidante celular y antirradicales libres. Se recomienda para el tratamiento de pieles maduras, secas y con problemas de circulación sanguínea. Es muy bueno para el cuidado de cicatrices. Además, contiene vitaminas A, B, D, E y K y más de un 60% de ácidos grasos poliinsaturados. Ayuda a prevenir el envejecimiento prematuro de la piel.
• Escualeno procedente del aceite de oliva. Este principio activo es compatible con cualquier piel porque es muy similar a las grasas que posee de forma natural. Ayuda a proteger y regenerar la barrera cutánea gracias a sus funciones defensivas; Tiene efectos antioxidantes, protege las células del daño causado por los radicales libres y también tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas. Es suave al tacto y se absorbe fácilmente sin dejar sensación grasa. Es excelente para tratar la piel seca, deshidratada e irritada, para frenar el envejecimiento cutáneo y para tratar problemas como la psoriasis o el eccema.
• Aceite de rosa mosqueta . Uno de los activos más utilizados para el tratamiento de la piel seca o dañada, ya sea por efectos de los rayos ultravioleta u otros agentes externos. Ayuda a retrasar los primeros signos del envejecimiento. Tiene una composición muy rica en ácidos grasos esenciales (omega 3, omega 6 y ácido linoleico), antioxidantes y vitaminas (retinol o vitamina A, vitamina C y vitamina E). Protege la piel de la deshidratación, mejorando su aspecto, ya que evita la pérdida excesiva de agua a través de la epidermis.
• El aceite de jojoba no es realmente un aceite, sino un éster de cera. Es el extracto de la semilla del árbol de jojoba y es muy parecido al manto ácido de nuestra piel. Se absorbe muy fácilmente y es seco al tacto. Suaviza, ayuda a reducir las líneas finas y las arrugas y nutre profundamente la piel, haciéndola lucir rejuvenecida. Protege contra la deshidratación y tiene efecto antiinflamatorio. También contiene provitamina A y E.
• Aceite de argán. Es bien conocido por sus propiedades antienvejecimiento y antioxidantes. Actúa hidratando, reafirmando, protegiendo y nutriendo la piel. Tiene un alto contenido en ácidos grasos insaturados y es apto para todo tipo de pieles y todas las edades. Es rico en vitamina E en forma de alfa-tocoferol y protege las células de los radicales libres que dañan la piel. Es un gran aliado para prevenir la proliferación de hongos y las quemaduras solares, actuando como antiséptico en heridas leves. De hecho, también se ha utilizado tradicionalmente para el tratamiento de enfermedades dermatológicas como la neurodermatitis, la psoriasis, la varicela, los casos de eccema y el acné juvenil.
• Aceite de avellanas. Es un aceite muy nutritivo y de tacto seco indicado para pieles secas, sensibles, maduras o con problemas de circulación. Es ideal para pieles dañadas para el tratamiento de cicatrices o para aliviar la piel de los daños causados ​​por el sol.
• Aceite de oliva. Aceite de oliva virgen extra, que aporta protección frente a los factores ambientales más nocivos con los que convivimos hoy en día. Tiene propiedades emolientes perfectas para pieles secas y ásperas, además de aportar una hidratación profunda, contiene numerosas vitaminas con efectos antioxidantes. Junto con el aceite de coco, el aceite de oliva consigue una limpieza óptima y equilibrada, a la vez que aporta una nutrición adicional a la piel.
• Aceite de sésamo . Es un aceite muy utilizado en la medicina ayurvédica. Nutre e hidrata la piel. Ayuda a combatir la flacidez y es eficaz en quemaduras solares y arrugas. Actúa como protector solar natural debido a su alto contenido en vitamina E.